Con motivo del día internacional de la Mujer, el 8 de marzo del 2014, la Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo tuvo como invitada en sus oficinas centrales, a la Médica Cirujana por la Universidad Nacional Autónoma de México, Dra. Concepción Lidia Evangelista Romero, quien con el respaldo de una amplia experiencia en los ámbitos de la investigación y la docencia, y de sus aportaciones en revistas de corte educativo, además de su participación como conferencista en diferentes foros, ofreció al personal de la DGCFT el tema
“Contribuyendo a la construcción de una cultura de equidad de género, libre de violencia”.
La Dra. Evangelista Romero, como introducción al tema, plateó las siguientes preguntas: Sexo y género, son lo mismo?; Porqué de la desigualdad entre hombres y mujeres?; El comportamiento de hombres y mujeres es natural o aprendido?, cuestionamientos que los participantes tendrán la oportunidad de reflexionar a partir de su propia experiencia y conocimiento.
Durante la presentación se examinaron los roles que prevalecen en la sociedad mexicana, y que en el transcurso de la historia se han establecido y justificado a partir de una equivocada clasificación de géneros que tiene que ver con la fuerza física y la capacidad intelectual de los individuos, y que, como consecuencias negativas, han limitado el desarrollo integral, la igualdad de oportunidades tanto educativas como laborales y económicas, así como la sana convivencia entre hombres y mujeres.
En la exposición se analizaron las diferencias y relaciones entre sexo (como cualidad biológica innata) y género (como cualidad socio-cultural), intentando con ello entender la raíz de las discrepancias que han frenado el entendimiento entre los ciudadanos y, en buena parte, el crecimiento del país.
Finalmente, la conferencista presentó a los escuchas un panorama breve sobre los instrumentos legales y organismos nacionales e internacionales empeñados en normar, orientar y reeducar en términos de equidad y respeto la convivencia humana.
El día internacional de la mujer no debe ser solo un evento anual, sino un exhorto continuo hacia la evaluación y recapitulación de hechos, que nos permita como individuos y como nación evolucionar y recuperar la admiración hacia el otro para una vida sin violencia.