El Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial 98, de Ciudad Valles, San Luis Potosí, capacitó durante los dos últimos años, a mil 800 indígenas de municipios de la zona Huasteca, por medio de acciones móviles.
Jóvenes y adultos entre 15 a 18 y 35 a 55 años, de los cuales el 60 por ciento son mujeres y 40 hombres, recibieron cursos de soldadura, electricidad, contabilidad, operación de microcomputadoras y confección industrial de ropa.
El CECATI 98 ha buscado impartir capacitación a las comunidades de menor crecimiento económico, como son los municipios de: Ciudad Valles, el Consuelo, Cascada de Tamasopo, el Naranjo, Xilitla, Taquín, Puente de Dios, entre otros.
El objetivo de promover acciones móviles a las comunidades en situación de desventaja, señaló en entrevista el Director del CECATI 98, José Martín Sánchez, es proporcionar a los nativos, los conocimientos para que, en caso de que emigren a zonas urbanas puedan enfrentar los retos y las necesidades de las industrias, empresas, comercios, o bien, para que tengan la oportunidad de autoemplearse.
“Los indígenas van descubriendo que tienen muchas capacidades y cualidades importantes, eso les da seguridad, estabilidad y la posibilidad de ser independientes” enfatizó el funcionario.
Para impartir la capacitación, explicó el director, se cuenta con dos unidades móviles, una de confección industrial de ropa y otra de soldadura que cuentan también con equipo de las especialidades de electricidad, contabilidad y computación, que es transportado a primarias, secundarias, bachilleratos o algún otro lugar. Además, indicó, que el gobierno municipal les proporciona traductores para facilitar la comunicación y, en algunas ocasiones, apoyo docente.
Uno de los propósitos del CECATI 98 es llegar al mayor número de comunidades, sin importar las distancias, ni las dificultades que se presenten y sobre todo, concluyó el funcionario, que los indígenas que se capacitan y que representan el 50 por ciento de la población que capta el plantel, ejerzan lo que aprenden, como los egresados que crearon la primera microempresa de cortinas, sabanas, adornos de cocina, fundas y manteles bordados en Ahuhueyo o los de Rancho Nuevo, que elaboran pantalones y camisas para los danzantes.